Juan Pablo Velasquez es un aventurero de la vida y especialista en bioneuroemocion, desde muy chico le apasionó el desarrollo personal y aprender sobre distintas culturas.
He tomado la cuarentena como una gran oportunidad para rehacer lazos familiares, esos que vamos perdiendo con el tiempo a causa de la rutina diaria; mi cuarentena se ha basado en estar con mi familia, disfrutar con ellos sin prisa, ha sido un tiempo de descanso físico y emocional dónde he podido reflexionar mucho acerca de todo lo qué hay en mi vida.
Estos días he leído bastante, para los que me conocen amo el desarrollo personal y leo mucho sobre ello, acabo de terminar de leer “aprendiendo a amar” de Covadonga Pérez y hoy empiezo otro que le tengo muchas ganas que se llama “sanando emociones” de Enric Corbera. Yo creo que leer nos permite ver el mundo con otros ojos, nos lleva a cuestionar nuestra creencias y por ende nos impulsa a transformarnos como seres humanos, con el único objetivo de amar.
Por otro lado he comido mucho, mi abuela está pasando la cuarentena con nosotros y nos ha deleitado con sus mejores platos, hemos comido de todo un poco; comida italiana, colombiana, peruana y aveces nos inventamos cosas como para pasar el rato y compartir.
También he hecho ejercicio desde casa escuchando Bad Bunny y DJ Balvin a todo volumen hasta que los vecinos me manden a callar.
He visto una que otra película, claro, después de haberme visto ya todas las series españolas como: Elite, la casa de papel, Toy Boy, Vis a Vis, etc.
¡Un día me verán actuando en una serie española! A su vez he aprovechado para desconectarme un poco de las redes, ya saben, “desconectar para conectar.” Y ser consciente de que soy yo quien maneja mis redes sociales y no ellas a mí, esto ha causado cambios muy positivos porque gano mucho tiempo priorizando mi vida los momentos importantes ante pasar tiempo en Instagram. Vivimos en una época donde pasamos más de 5 horas al día en redes sociales haciendo prácticamente NADA sabiendo que ese tiempo podríamos aprovecharlo para hacer algo productivo y es que no somos conscientes de que es tiempo de vida y el tiempo es lo único que no se recupera… si un día tengo nietos y me preguntan sobre mi juventud quiero contarles mil experiencias vividas, bien vividas ! No decirles que me pasaba todo el día pegado a un teléfono viendo cuántos seguidores nuevos tenía.
La vida se basa en experiencias, en momentos, en vivir!!
Hace unos días escribí algo sobre ello justo acabando un viaje, aprovecho y se los comparto, tal vez les llegue a sus corazones:
“El va y ven de los viajes me llevó a entender que nada es mío, nada me pertenece, entendí que la vida es una ilusión abstracta, donde el tiempo es tu amigo, pero muchas veces te juega en contra. Entendí cosas simples, entendí cosas que realmente importan, podría decir que descubrí el secreto… aprendí que 1 minuto puede durar 1 año y que 1 año puede durar 1 minuto, aprendí que todo se basa en vivir y vivir se basa en sentir. ¿Sentir? Sentir es conectar con emociones, personas, momentos, experiencias y sonrisas; es aprender a dejar de lado lo físico y disfrutar los momentos valorando lo simple: los sonidos, los olores, los gestos, las sonrisas, la palabras… aprendí que un momento vivido con el alma se hace eterno, ya que el alma guarda en su baúl aquellas experiencias donde pudo sentirse plena. Para finalizar, baso todo esto en algo simple; gracias a todos por ser y estar.”
Para terminar creo que la cuarentena es un regalo que nos ha dado la vida para reflexionar sobre todo lo que le estamos haciendo al mundo y a nosotros y por ende una oportunidad de desarrollo y aprendizaje hacia nuestra mejor versión.